Todos los días desde el principio de nuestra historia, el humano está en una constante búsqueda por aceptación, ya sea por la familia, una pareja, amigos o el simple hecho de querer encajar en la sociedad, estamos diseñador para tener la necesidad constante de aprobación, de sentirnos apreciados, de sentir y tener “amor”, pero ¿Qué es en realidad el amar?, en épocas posteriores, se arreglaba un matrimonio con la esperanza de que el amor se creara y creciera dentro de este, en la actualidad es lo inverso, esperamos encontrar el amor para entonces pasar al matrimonio, tenemos un pensamiento sobre el amor bastante ideal, debe funcionar como nosotros quisiéramos que fuera, sin embargo, el amor es algo tan complejo y extenso que a pesar de tener sus altos, también tiene sus bajos, sus momentos de dolor.
Esperamos que al encontrar a una persona, todo será perfecto y maravilloso, queremos un “pago” a cambio de ofrecerle a alguien nuestros sentimientos, lo cual es una idea errónea de lo que es el amor en realidad, el “amor gratuito” busca cuidar, querer y apoyar a otra persona sin importar el recibir o no un trato recíproco, desafortunadamente este tipo de trato se ve cada vez menos, buscamos a quien pueda llenarnos ese vacío que va creándose al avanzar en la vida sin considerar la necesidad de los demás.
Un ejemplo que puede ser el más claro que siempre ha existido es el amor que tiene un padre por su hijo o hija, éstos buscan a toda costa lograr la felicidad de sus hijos sin importar nada, están dispuestos a hacer lo que sea y más.
El egoísmo del humano hace que actuemos de manera servicial, afectiva, “amorosa” porque anhelamos que nos devuelvan esa sensación de calidez y aceptación que tan desesperadamente buscamos. A pesar de lo difícil y doloroso que es el amor, no significa que no podamos disfrutarlo si sabemos manifestarlo y recibirlo correctamente, debemos aprender a aceptar su verdadera realidad, cambiar nuestra percepción de este y saber manejarlo para así poder aprovecharlo plenamente.